viernes, 16 de noviembre de 2012

Nunca confíes en una sombra...

Una gran oscuridad...voces..., unas más fuertes que otras, pero todas en algún momento se apagan. Triste intento abrir los ojos, pero no tengo fuerzas para contemplar fuera de mi cuerpo...no tengo recuerdos. No recuerdo quien o que soy. Lo único que sé con seguridad, es que no soy normal...muchas veces...no sé por que pero...tengo unos momentos en los que mi alma se comunica conmigo...pero creo que es más que eso. La razón...ni siquiera sé el porque, solo que mi nacimiento tuvo algo que ver con esto.

Voces...que se escuchan, pero que nunca dicen nada que pueda entender.

(Volviendo a mi estado actual)

Una vez más esa voz me llama hacia dentro, pero no sé exactamente hacia donde, pero estoy segura de que me guía hacia dentro, más y más fondo...a mi alrededor todo está oscuro, al pasar, todo se acerca a mí, lo oscuro me habla, y yo pienso en retroceder, pero no puedo. Lo oscuro me rodea, una extraña sensación de estar a gusto en ese lugar...una imagen se me viene a la cabeza...una mujer de oscura melena y ojos entre marrones y rojos, me dedica una gran sonrisa...poco a poco desaparece.

Al fin llego a un sitio en concreto, pero sigo rodeada de oscuridad, tan gris oscura, pero no llega a ser negra... Un camino se abre entre lo gris y sin pensar doy un paso, otro paso, y al final en el horizonte se distingue una sombra en medio del camino, parece que al verme algo le a pasado, no está solo, junto a él, otras tres sombras...mis ojos no consiguen distinguir nada...pero al fijarme caigo en que las  sombras que me rodean, me están de alguna forma escoltando hacia esas otras, que parecen esperarme...cada vez me acerco más a esas sombras, y van haciéndose más claras cuanto más cerca están de mí...

Un paso, otro, otro, solo nos separan unos pocos metros, mi corazón se acelera, y mis ojos los enfocan, los distinguen, y los reconocen, pero igualmente, aunque les conozca no consigo nada más, solo veo una gran mancha en  mi mente...

Al mirarles, no sé que hacer, solo sé que nunca los había visto, y sin tiempo a poder hablar,  tres de esas sombras se arrodillaron ante mí, la cuarta, hizo una leve inclinación y dijo:

- Mi señora, al fin la encontramos.

¿ Su señora? No sabía exactamente que decir así que dí un paso atrás. La sombra se percató de ello y volvió a decir:

- Siento que no sepa nada mi pequeña señora, es normal, pero yo la ayudaré a recordarlo todo si me deja.

Por un momento dudé, pero estaba tan perdida, y ya que esa persona me conocía, intentaría que me ayudara a recordar. Todo para mí era desconocido. Pero igualmente dije:

- Quiero que me ayudes a recordar.

Este sonrió por así decirlo y me extendió la mano, tras ello, unas imágenes me inundaron, yo era importante, de los malos y señora de las sombras... Esa mujer era mi cuidadora de pequeña, pues no podía ver a mi padre por su trabajo, mi madre murió cuando yo nací, y mi padre me designó a esa señora por mi seguridad, pero alguien me traicionó y acabé encerrada en un contendor en mi propia sombra, pero mis fieles sirvientes me habían venido a buscar por fin...

1 comentario:

C.S dijo...

¡Enhorabuena Mireia! :)