domingo, 15 de diciembre de 2013

Ultima carta

Escribo esta carta con mi último aliento de vida, casi literalmente. Las cosas en la nave han ido dejando de funcionar, y no me queda más remedio que escribir en este papel que he encontrado por casualidad; dentro de poco dejará de funcionar hasta el sistema de refrigeración, y entonces me quedaré sin oxígeno. Las luces ya no funcionan, y solo me queda una batería para la linterna, lo que me obliga a moverme en esta oscuridad casi absoluta temiendo por mi vida en cada rincón, cada esquina, cada túnel de ventilación.
Voy a morir, no me queda la menor duda, lo sé porque ellos están aquí. Ya no me queda esperanza, no me queda vida, no me queda nada, más que esta carta en la que dejo tan solo mis últimos recuerdos, pero que alargará mi vida si alguien la encuentra, rememorándola y trayéndola desde este pasado hasta tu futuro.
         En la última semana hemos aterrizado en un planeta recientemente colonizado. Ante la falta de respuesta por parte del centro de exploración, nos hemos adentrado en su denso ecosistema, y ha sido entonces cuando hemos tenido contacto  con esas cosas por primera vez. Son de un tono verdoso, y con un exoesqueleto muy resistente. Son rápidas, parecen depredadores carnívoros. Y sobre todo son muy peligrosos. Nos estuvieron acechando mientras registrábamos el centro de colonización sin encontrar a nadie, vivo o muerto. Los debían de haber cazado y comido. Cuando estuvimos allí dentro saltaron sobre nosotros, al principio con sigilo, y luego con ferocidad, aquello empezó a parecer un asedio. Huimos del lugar hacia la nave, varios de nosotros cayeron entre sus afilados colmillos. El resto sellamos las compuertas y salimos de allí.
         Nuestra intención era volver al centro para informar de la situación, pero no creo que este pedazo de metal llegue a ningún sitio. Esos alienígenas habían logrado subir a bordo sin que nos dieran cuenta, este lugar les resulta muy cómodo para cazarnos, lleno de pasillos, salas de máquinas, de control, dormitorios, pasillos, túneles. Son miles los lugares donde esconderse, y desde los que acechar. Al principio rompían las bombillas, pero descubrieron las salas de máquinas. Deben ser lo suficiente inteligentes como para comprender que lo que había allí hacía funcionar la nave porque lo destrozaron. No sé si ellos sobrevivirán sin oxígeno pero yo ya empiezo a perder la consciencia.

         He oído un ruido, creo que se están acercando, esta será mi última pelea, adiós.

5 comentarios:

C.S dijo...

Bien! La primera carta publicada :) La verdad es que capturas la sensación de peligro y sobre todo la idea de que es una carta útil, que transmite información, parecido al díario de un capitán de barco!

Odiseo dijo...

Gracias, la verdad esque no me convence porque creo que me he dejado influenziar demasiado por Alien...

Odiseo dijo...

Ponk! (mi cabeza contra el teclado)
Quise pone influenciar ...

C.S dijo...

jajaja sí, Alien se ve ahí. Pero es que Alien lo ha influenciado todo, casi cualquier película tiene reminiscencias del film. Así que dont worry!

Claudia dijo...

me encanta, de nuevo me deja con la intriga :)